¿Los periodistas musicales aún son importantes?

¡Claro que importan! Y lo trataremos de probar pero antes planteamos la pregunta de ¿pueden existir periodistas musicales?

Al igual que en otras muchas profesiones susceptibles de transformarse o incluso ser eliminadas por la evolución tecnológica (los mencionados robots y demás…) en el periodismo en particular que nadie quiere nadie tiene una respuesta específica a largo plazo sobre cómo va a prosperar la profesión, y mucho menos sobrevivir, en el futuro.

Para ser justos, hay una buena razón para este problema, esa respuesta no existe. Pero en realidad no es algo de lo que avergonzarse o preocuparse. La respuesta simple a la pregunta ¿cómo va a salvarse el periodismo a largo plazo? no puede existir y eso se debe a la tecnología.

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Para apoderarse del destino del periodismo musical, necesitamos retroceder y echar un vistazo más amplio al estado de periodismo en general. Para obtener un control general acerca de dónde el periodismo empezó a caer en las últimas décadas, nos vamos a poner aún más geeky en un campo aún más geek. La ley de Moore era todo acerca de transistores consiguiendo ser fabricados más pequeños pero fueron arrastrados por un estallido de cultura popular para explicar cómo la tecnología avanza cada vez más rápidamente. Los transistores cada vez más pequeños son excelentes para las empresas de tecnología, ya que significa que pueden seguir fabricando productos para que nosotros los compremos. Pero para el periodismo, el ritmo vertiginoso del cambio tecnológico lo ha dejado boquiabierto, con despidos y adquisiciones disminuyendo el grupo de revistas y publicaciones que ellos mismos desaparecen y compran. Sin embargo no se equivoquen, el trabajo periodístico escrito / virtual es y sigue siendo un producto. El problema es que no reconocemos cómo lograr que nuestro trabajo se lleve de manera efectiva a los consumidores de la misma manera en que las empresas de tecnología lo hacen en una época en que la escritura evolucionó de la impresión a la web a los medios móviles y sociales. Para ser justos, incluso la misma ley de Moore golpeó de una manera en términos de innovación y las compañías móviles se enfrentan a un problema de saturación con los consumidores.

Con eso en mente, admitamos que el periodismo ha hecho un trabajo de mierda en mantenerse al día con la tecnología. Para intentar seguir adelante, nos hemos visto obligados a besar plataformas sociales como Facebook y Snapchat, entregando el contenido con la esperanza de que se traducirá mágicamente en tráfico web y / o ingresos, aunque las métricas que miden estas cosas han sido poco fiables.

E incluso con eso, no estamos en lo peor. Debido a que la tecnología sigue cambiando a un ritmo más rápido, la forma en que cualquier tipo de periodismo cambia para mantener el ritmo ahora tiene una fecha de caducidad rápida adjunta a ella. Piensa en los gigantes de la tecnología que una vez parecían tomar el mundo y en su lugar se hundió en un creciente montón de residuos virtuales: AOL, Yahoo, MySpace, Excite, Geocities, Vine, Second Life y la lista continúa. Puesto que la audiencia de Facebook es tan grande, mantendrá a Mark Zuckerberg rico durante años, pero no sin contrincantes constantemente siguiéndole los pasos. Lo que esto significa para los escritores / editores es que la solución tecnológica de hoy no es la solución tecnológica de mañana y es lo único que no cambiará es esa ecuación. A menos que ya estés inclinado a ser un techie, ese no es un mundo en el que quieras vivir.

Como tal, puedes rastrear cómo llegamos a este estado lamentable de la manera en que editores, editoriales y propietarios se adaptaron a los avances de la tecnología con demasiada lentitud y cautela. Esto puede ser una cosa generacional también, ya que los boomers no son tan expertos en recoger la tecnología tan rápido como sus hijos millenials.

¿Dónde va el periodismo?

Estos mismos millennials amigables a la tecnología seguro tendrán algunas respuestas pero en general, necesitamos trabajar más en soluciones, más rápido y también necesitamos respuestas constantes y nuevas ya que el juego de tecnología sigue cambiando. Para que el periodismo permanezca en el juego en un mundo de tecnología, red, móvil y todo lo aquello que tenga que venir, algunas cosas tienen que suceder:

Las publicaciones tienen que ser más valientes adaptándose a la tecnología más rápido.

También tienen que experimentar más con tecnología.

Necesitamos cambiar / adaptar constantemente – esa es otra razón por la cual los millennials probablemente estarán mejor equipados para enfrentar estos problemas.

Incluso llegar a un lugar seguro y estable para la tecnología en cualquier momento, significa que las publicaciones tendrán que invertir en tecnología. Eso no significa que sólo contraten a un montón de técnicos y los dejen hackear todo el día, pero estas personas tendrían que trabajar mano a mano con los editores, escritores y en algunos casos, especialmente cuando hay presupuestos ajustados (que por lo general, los hay), estos técnicos podrían tener que ser realmente las mismas personas que los editores, escritores.

Lo sé… ¿cómo te atreves a comentar algo así?

Bueno, o tenemos esas exigencias o estamos todos jodidos. Es seguro decir que con el paso del tiempo, la contratación de escritores y editores que tengan un cierto background de tecnología será una necesidad y es porque el mundo cada vez más se está digitalizando. Piénsate como un «pez fuera del agua» sin adquirir un cierto background tecnológico. Intereante metáfora si la cruzamos con que internet puede considerarse un servicio básico – como el agua- y más interesante si cabe, al advertir que la misma Unión Europea contempla la competencia digital como una competencia básica para la participación del ciudadano en un vida satisfactoria. Muchas señales como para ignorarlas, ¿no crees?.

Los fans de la música pueden burlarse de Rolling Stone y Billboard cuando hacen alianzas y branding como actos de desesperación que están condenados al fracaso, y tienen la mitad de la razón: estos son actos de desesperación y algunos de ellos fracasarán. Pero el periodismo está viviendo tiempos revueltos y desesperados por lo que estas marcas, al igual que muchas otras, están locas para probar nuevas maneras de mantenerse a flote.

También puedes ignorar la idea de que pueda encontrarse buen periodismo musical en redes sociales, pero el hecho es que está sucediendo ahora en Facebook y Twitter, con Instagram no muy atrás. Snapchat está avanzando ahora con grandes publicaciones, obteniendo material exclusivo. Y si los escritores ven parte de su trabajo como curadores expertos (que lo sois), no veo por qué Pinterest no podría ser otro espacio donde poder participar e iluminar.

Pero debemos pensar más allá de las redes sociales porque toda la idea de tecnología es el cambio. ¿Desarrollar aplicaciones? Por supuesto. ¿Crear artículos multimedia con vídeos? Por supuesto. ¿Participación más activa con los lectores? Seguro. ¿Desarrollar alguna tecnología de la que nadie está hablando? Sí, es necesario.

A lo largo de todas estas innovaciones tecnológicas, algunas constantes de la vieja escuela se mantendrán en su sitio para que poder hacer un trabajo de calidad y atraer a los lectores. Siempre se necesitaran buenas ideas, perspectivas útiles, una voz / tono fuerte, un punto de vista interesante, preguntas valiosas y respuestas reflexivas, sin importar dónde nos lleve la tecnología.

Entonces, ¿todo eso salvará esos bonitos traseros de periodistas de música? Tal vez. Al menos es un comienzo.

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