La supervivencia del más apto: Canciones que logran captar y mantener la atención de los oyentes consiguen ser reproducciones mientras que otras se omiten .
¿Te acuerdas de esas introducciones, dramáticas y agotadoras de las baladas pop de los años 80? Casi han desaparecido de los primeros puestos de las listas de hoy.
Según una nueva investigación, la poca capacidad de atención de los oyentes pueden ser los culpables.
El estudio encontró que intros que de media duraban más de 20 segundos a mediados de los años 80 ahora son sólo de unos 5 segundos de duración.
Dependiendo de por donde gire tu mundo musical, la popularidad de los servicios de streaming podría agradecerse o maldecirse debido al alejamiento de las intros instrumentales, según ha comentado Hubert Léveillé Gauvin , un estudiante de doctorado en teoría de la música en la Universidad Estatal de Ohio. Su estudio aparece ha sido publicado en la revista Musicae Scientiae .
Léveillé Gauvin pasó un par de meses escuchando y analizando las canciones que llegan al top 10 desde 1986 hasta 2015 y encontró un cambio dramático alejándose de las introducciones largas. También documentó un marcado aumento en el ritmo.
Léveillé Gauvin descubrió que los cantantes de las canciones más recientes de éxito apenas pierden tiempo antes de mencionar el título de la canción en las letras.
Otro cambio que encontró: los nombres de las canciones de hoy son más cortos que lo que solía ser, a menudo sólo una sola palabra.
Esta evolución está impulsada probablemente por lo que Léveillé Gauvin llama la “economía de la atención” del pop actual. Y eso significa que los artistas lleguen al punto musical con mayor rapidez con el interés de enganchar a una audiencia volátil, muchos de los cuales escuchan música en Spotify, Pandora y otros servicios similares.
Comenta Léveillé Gauvin que siempre hay otra canción «Si la gente puede saltar tan fácilmente y sin coste, tienes que hacer algo para llamar su atención.”
En lugar de buscar el ingreso directo en los servicios de streaming, los artistas están buscando otras estrategias para conseguir llevar gente a sus conciertos así como la venta de otros productos, dijo.
“Los artistas y los productores están pasando de tener sus canciones como productos culturales a que sus canciones sean como anuncios para sí mismos. Su producto no es necesariamente su canción, es su marca personal “ dijo Léveillé Gauvin.
“Estamos operando en una ‘economía de la atención’, y la atención es escasa y valiosa.”
Léveillé Gauvin mide el tempo de 303 singles top-10 y encuentra una clara tendencia hacia la música pop de ritmo más rápido en las últimas tres décadas. El tempo promedio se incrementó aproximadamente un 8 por ciento. Se comparó el número de palabras en los títulos de las canciones y se encuentran cada vez más canciones de una sola palabra con el paso de los años.
Cuando se analizó el tiempo que lleva la aparación de la letra en la canción, Léveillé Gauvin encontró que las introducciones que duran un promedio de más de 20 segundos a mediados de los años 80 han dado paso a las introducciones de un promedio de 5 segundos en la actualidad. Y una vez comenzaron las letras, se tardó menos tiempo (alrededor de un 18 por ciento) para el primer “gancho”, que definió como el título de la canción.
“Lo realmente sorprendente fue la desaparición de la introducción,” dijo. “Hubo una caída del 78 por ciento. Eso es una locura, pero tiene sentido. La voz es una de las cosas que más llaman la atención en la música “.
Para ver la diferencia, veamos la canción del año 1987 de Starship, «Nothing’s Gonna Stop Us Now» y comparémosla con la canción del año 2015 de Maroon 5 «Sugar»
La de Starship lleva alrededor de 22 segundos alcanzar las primeras letras de su canción a medio tiempo y no llega al gancho hasta después de la voz de Grace Slick, el dúo que Mickey Thomas comenzó. El oyente ha escuchado más de un minuto de música antes de llegar al punto álgido.
“También es súper 80´s”, dijo Léveillé Gauvin.
Maroon 5, por el contrario, se pone a punto rápidamente en su título de una sola palabra de ritmo rápido. La introducción dura la mitad de tiempo de Starship y Adam Levine está cantando el gancho “Sugar” dentro de los 40 segundos.
Hay excepciones a la tendencia. Coge Somebody That I Used To Know.” de Gotye. Del año 2012, cuenta con una introducción instrumental de 20 segundos, siendo cuatro veces más larga que el promedio y el oyente espera dos minutos completos antes de llegar al gancho.
En un segundo estudio, Léveillé Gauvin evalúa los datos proporcionados por Spotify para ver si las canciones populares de un artista determinado eran más propensas a adaptarse a la tendencia para llamar la atención de las canciones menos populares dadas a conocer por el mismo artista. Para el estudio, observó las canciones más escuchadas en Spotify y se comparan con aquellas que menor reproducciones por straming.
Léveillé no encontró ninguna evidencia de la hipótesis de la “economía de la atención” en ese estudio.
La música evoluciona continuamente, impulsada por una variedad de factores, y no hay manera de explicar todos los cambios Léveillé Gauvin observó basándose en servicios de streaming y el boton de “skip”, comentó.
Pero él cree que sin duda están contribuyendo.
“Si uno mira hacia atrás históricamente, los cambios tecnológicos es probable que han dado forma a la forma de componer y escuchar música durante mucho tiempo”, dijo, añadiendo que el disco compacto trajo una mucho mayor facilidad de saltar las canciones respecto a otros formatos como el vinilo o las cintas de casete.
Por lo tanto, ¿este cambio impulsado por la atención es algo malo para la música pop?
“Es muy fácil de ver esto de una manera cínica. No es necesariamente algo negativo; es sólo la naturaleza de la bestia,” dijo Léveillé Gauvin.