Los hábitos de consumo del público han cambiado drásticamente en los últimos 15 años. La caída en picado de ventas físicas, el tráfico online de música grabada (consentido o no) y el auge de los dispositivos portátiles son claros síntomas de ello. El público ya no escucha música como antes. Ya no utiliza los mismos soportes. Ya no disfruta de los discos de la primera canción a la última. Los tiempos han cambiado.
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Es cierto que los beneficios económicos directos de la distribución digital no compensan la caída de ventas discográficas, que la sangría ha sido despiadada y que el todo gratis impide florecer nuevas propuestas de monetización de la red. Pero ya no hay vuelta atrás. Internet ha llegado para quedarse y los soportes físicos están en vías de extinción, condenados a convertirse en fetiches de coleccionistas y productos de merchandising. Es lo que hay.
Pero la música grabada sigue siendo vital. Por mucho que los conciertos sean la principal fuente de ingresos del negocio musical, nada funciona sin el tráfico de discos y canciones. Por ello, la distribución y promoción de contenidos a través de la red resulta fundamental en la industria del siglo XXI. El reinado del soporte virtual ha comenzado. En las siguientes páginas hacemos un breve repaso a algunas de las plataformas más importantes para la distribución digital de música.
DISTRIBUCIÓN DIGITAL DE MÚSICA
La distribución digital de música es un mercado al alza. Desde que en 1999 el sistema de intercambio de archivos Napster triunfara en todo el mundo y en 2001 Apple lanzara la tienda virtual iTunes, han ido apareciendo y desapareciendo multitud de empresas y servicios en un sector en constante y asombrosa evolución. Cada año nacen y mueren nuevas plataformas donde la música es el principal aliciente, ya sean redes sociales, plataformas de distribución o radios interactivas.
Según datos de IFPI, en España actualmente operan 25 plataformas de distribución legal de música digital, entre las que destacan iTunes, Spotify, Youtube, Google Music, Myspace, Last.fm, Yes.fm o Rockola.fm, y a las que habría que añadir servicios como Grooveshark, Musicuo o Bandcamp, que sirven de escaparate a músicos, agencias y discográficas, al igual que otras plataformas como ReverbNation o SoundCloud.
En principio servicios como iTunes o Spotify pueden parecer exclusivistas, pero sus catálogos están abiertos a la entrada de propuestas musicales sin contrato discográfico, lo que ha propiciado el surgimiento de distribuidoras digitales encargadas de posicionar contenidos previo pago. A continuación hacemos un breve recorrido por algunos de estos portales, en continua evolución.
ITUNES
iTunes es una plataforma gratuita propiedad de la empresa Apple concebida para la reproducción y venta de contenidos discográficos y audiovisuales a través de ordenador o de dispositivos portátiles como iPod, iPad o iPhone. Su
reproductor permite organizar y navegar a través de un amplio catálogo de música y vídeos. La tienda virtual iTunes Music Store es la principal plataforma de venta de música en soporte digital. Además, permite acceder a otros contenidos como podcasts gratuitos, juegos, fotografías, letras de canciones, materiales extra multimedia y películas para alquiler o descarga. La aplicación iTunes Ping, por otro lado, incorpora la interactividad de la comunicación 2.0 y acerca a la plataforma a las características de las redes sociales.
SPOTIFY
Spotify es una plataforma de difusión de música en streaming que cuenta con un amplio catálogo musical de 13 millones de canciones. La compañía se fundó en 2006 en Suecia. Después de llegar una serie de acuerdos con las principales compañías discográficas multinacionales e independientes, el servicio fue presentado el 7 de octubre de 2008 para instalarse progresivamente en pasases como Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Finlandia, Noruega, Suecia y España. El enorme éxito de Spotify entre el público (hipnotizado con una versión gratuita muy ventajosa que permitía el acceso ilimitado a música hasta marzo de 2011), hace que sea soporte muy útil en cuanto a promoción musical se refiere.
Spotify tiene tres modalidades de usuario: premium, unlimited y gratuito. El servicio gratuito se financia a través de cuñas publicitarias y, desde 2011, tiene un límite de canciones por mes. Las cuentas de usuario unlimited no tienen publicidad y el acceso a las canciones es ilimitado. Las cuentas premium, además, permiten la importación de archivos de música, la conectividad con terminales móviles, reproducción de música offline y una mayor calidad de sonido, entre otras ventajas. A
fecha de enero de 2012, la plataforma cuenta aproximadamente con tres millones de usuarios de pago y una cantidad estimada de 12 millones y medio de usuarios activos. Además del ordenador, actualmente se puede acceder a Spotify desde algunos dispositivos como iPhone, Siemens y Nokia, la videoconsola X-Box, una canal de suscripción en la Televisión Digital de Suecia, o el coche Smart de la marca de automóviles Mercedes Benz.
En palabras de Lutz Emmerich, director general de Spotify en España, uno de los objetivos de la plataforma es “conseguir llegar hasta el máximo de dispositivos posibles. *…+ A raíz de la demanda experimentada, estamos halando con fabricantes de coches, con fabricantes de televisores, con fabricantes de videoconsolas, etc., para ver de qué forma puede encajar nuestro modelo y poder ofrecerlo”. Actualmente Spotify se encuentra en pleno aumento de su integración con Facebook. Sin embargo, no todos son luces en lo que a esta innovadora plataforma se refiere. El servicio streaming no supone una fuente de ingresos destacada para los artistas y creadores. El ejemplo más ilustrativo es el de Lady Gaga, que ganó la irrisoria suma de 122 euros por más de un millón de escuchas de hit ‘Poker Face’. La compañía consiguió en julio de 2011 aterrizar en el mercado estadounidense después de sortear las reticencias de la industria discográficas, que temía que su modelo de Spotify acabase con el apogeo de iTunes, mucho más tradicional.
YOUTUBE, VEVO Y VIMEO
Fundado en febrero de 2005, YouTube es un portal que ofrece vídeos en streaming y, según ellos mismos afirman, una plataforma de difusión “para creadores de contenido original y anunciantes de cualquier tamaño”. Cualquier usuario registrado puede subir vídeos a la web sin necesidad de pagar ninguna tarifa. Su interactividad permite la comunicación de los usuarios a través de foros y lo asemeja a las redes sociales puras.
En 2006, Google compró el famoso portal por 1.300 millones de euros. Dos años después, YouTube ya era el segundo buscador en Estados Unidos Según cifras de la compañía de investigación de marketing online comScore, el 83% de los usuarios de que ven vídeos por internet lo hacen a través de Youtube En el caso de España, ese porcentaje alcanza el 87,6% de los usuarios (17 millones). Desde mayo de 2011, YouTube publica un ranking semanal de los cien vídeos musicales más vistos en la plataforma. A diferencia de otros rankings tradicionales como los de MTV, Billboard o 40 Principales, los datos de esta lista se elaboran a partir del índice de visitas por vídeo, por lo que también pueden incluirse videoclips no oficiales, artistas amateurs o vídeos subidos por los usuarios. La lista está disponible en youtube.com/music.
Además, existen otras plataformas de difusión audiovisual en streaming de similares características. En 2009 Google lanzó la plataforma Vevo, una especie de youtube premium en el que se ofrecen videoclips, entrevistas y contenidos de artistas de las multinacionales discográficas, a excepción de Warner Music, y utiliza la publicidad, la venta de entradas y la descarga de canciones como fuente de ingresos. El portal, que no está disponible en nuestro país, comparte infraestructura con YouTube.
Otra de las plataformas de difusión de mayor uso es Vimeo, pensada para un perfil más profesional que YouTube. También es digna de mención la existencia de plataformas como la desaparecida MegaVideo, muy utilizadas para el visionado (no consentido por la industria) de películas y series en streaming y a las que se accedía a través de páginas de enlaces como las españolas Pelisyonkis.com y CineTube.es.
GROOVESHARK
Al igual que Spotify, Grooveshark es una plataforma de música en streaming con varias modalidades de usuario: una gratuita (con las horas contadas a fecha de marzo de 2012), otra sin anuncios y otra que además permite la conectividad con el teléfono móvil. Además de los ingresos por publicidad y suscripción, la empresa también vende las canciones de un catálogo de más de siete millones de temas. Una de las particularidades de Grooveshark es la posibilidad de que los usuarios suban sus propios archivos musicales, emulando a la red social Myspace.
La compañía anunció recientemente la desaparición de su modalidad gratuita. Podemos encontrar otros equivalentes de reciente creación en el mercado. Ejemplo de ello es Musicuo, plataforma online de similares características, aunque por ahora sin modalidad de pago.
LAST.FM
Last.fm, para muchos plataforma precursora de Spotify, es un servicio de música en streaming que además integra un sistema de recomendaciones de canciones y algunas características de la Web 2.0. A través de un plugin informático, el sistema envía un mensaje cada vez que un usuario escucha una canción desde un reproductor en su ordenador (Winamp, Windows Media Placer, etc.) o desde una radio online disponible en la propia plataforma, facilitando las recomendaciones según el estilo o la frecuencia de escucha. En España, los servicios como Yes.fm o Rockola.fm, se pueden considerar equivalentes a Last.fm.
REVERBNATION, BANDCAMP Y SOUNDCLOUD
Cada vez más, aparecen diversas plataformas que tienden a la especialización y se centran en un público objetivo determinado. En el ámbito musical Myspace actualmente registra una caída con amplias tasas de abandono por parte de sus usuarios. En su lugar, han surgido nuevos portales que ofrecen nuevos servicios de difusión, almacenamiento y comunicación online para músicos, mánagers y otros agentes de la industria musical.
Entre ellas destacamos ReverbNation, BandCamp y SoundCloud. ReverbNation es una red social que cuenta con más de cuatro años de andadura y que potencia la comunicación interna dentro del sector. ReverbNation ofrece la posibilidad a los usuarios de crear de forma gratuita perfiles y blogs para grupos, mánagers y discográficas, además de facilitar la creación de aplicaciones virales que fomentan la conectividad con páginas webs y otras redes sociales mayoritarias como Facebook o Myspace. Las opciones de pago configuran el verdadero negocio del portal: distribución en tiendas y plataformas online como iTunes, Amazon o Spotify, diseño automatizado de webs personales, etc. Por su parte, BandCamp es una plataforma de creación de perfiles online que potencian el efecto escaparate cara al público externo.
Permite a los grupos regalar o vender su música en soporte digital. La principal fuente de ingresos de este portal deriva de un porcentaje de las ventas que los usuarios efectúan a través de él.
SoundCloud actúa como plataforma de distribución online de archivos de audio. Podemos clasificarla como una red social especializada, donde los usuarios pueden subir, distribuir y promocionar sus creaciones. Comparte con BandCamp una
fácil integración en blogs y páginas webs, lo que la convierte en una útil herramienta para el almacenamiento y promoción de música online.
P2P Y DOWNLOADING
Desde el año 2007, los índices de uso de sistemas P2P para el intercambio de archivos musicales están experimentando una leve caída. Pero no siempre ha sido así. A partir de la aparición de Napster en 1999, los programas P2P han sido un importante vehículo de distribución de música, vídeos y software al margen de la industria y han gozado de enorme popularidad y aceptación social (a las que debemos añadir otras plataformas de almacenamiento y descargas como Rapidshare o Megaupload). Según datos de IFPI, un 32% de los usuarios de internet descargaba en 2010 música a través de este sistema de intercambio de archivos en España, frente a un 15% de media en el resto de Europa.
La industria siempre se ha combatido las descargas no consentidas a través de estos sistemas y aboga por un mayor control de los archivos que circulan en ellas. En palabras de Antonio Guisasola, presidente de Promusicae, “nosotros no queremos ilegalizar las redes, nosotros queremos controlar el uso que se hace de esas redes”.
Sin embargo, algunas voces reclamaban su uso como sistema de promoción musical bajo la tesis de que si se facilita el tráfico gratuito de música grabada, se potenciaban los beneficios de la música en vivo. El músico y periodista Ignacio Escolar en el año 2001 puso voz a esta corriente en su artículo ‘Por favor, ¡pirateen mis canciones!’, donde en plena tormenta abogaba por la libre distribución de canciones.
“Por cada concierto que doy, gano, dependiendo del aforo y la generosidad del promotor, entre 15.000 y 60.000 pesetas limpias. Prometo que si acuden a alguno de ellos, no les pediré una fotocopia del código de barras del CD para entrar. Como todos los músicos que hayan hecho las cuentas, sé que son más rentables 100.000 fans piratas que llenen mis conciertos a 10.000 originales” Ignacio Escolar, 2011.
REDES SOCIALES
Hemos hablado de la quimera del fin de los intermediarios, de que la era digital no ha acabado con los filtros del negocio musical. Pero no nos engañemos. Las redes sociales han venido para quedarse y suponen hoy por hoy uno de los escaparates principales para la promoción musical, independientemente de que estén concebidas para albergar o no contenidos.
Estar presente en las redes sociales es importante, porque el público las usa mayoritariamente y se comunica a través de ellas. Conocerlas a fondo se ha convertido en un requisito fundamental en el marketing musical. Echemos un vistazo a la evolución de las redes sociales en España: En febrero de 2011, la empresa The Cocktail Analisys, agencia de investigación y consultoría estratégica especializada en tendencias de consumo, comunicación y nuevas tecnologías, publicó los resultados de la tercera oleada del Observatorio Redes Sociales, con el patrocinio de BBVA y Microsoft.
A tenor de este estudio, las redes sociales eran aún un fenómeno emergente en nuestro país entre 2008 y 2009, “un fenómeno inicial” marcado por un “afán por entrar, experimentar, explorar y probar, o por la curiosidad de estar o la necesidad de pertenecer” a dichas plataformas. Entre los años 2009 y 2010, las redes sociales –nutridas con contenidos y herramientas como mensajería, correo, música y vídeo– ya eran usadas de forma cotidiana por parte de los usuarios, pasando a ser “una herramienta de comunicación más”. Algunas de estas plataformas han permanecido mientras otras “agotaron su ciclo de vida”.
En la actualidad la penetración de las redes sociales ha alcanzado casi a la práctica totalidad de los usuarios de internet. Un 85% de estos los internautas españoles son usuarios activos de una o varias de estas redes, frente a un 9% que se mantiene al margen. El concepto de social media ha calado tan hondo que en ocasiones es difícil definir qué es una red social y qué no. Hoy por hoy, Facebook es la plataforma online de mayor éxito, seguida de Tuenti y Twitter. Por su parte, el abandono por parte de los usuarios de algunas plataformas y redes sociales como Myspace, Fotolog o Flickr es considerable. La tendencia cara al futuro pasa por una especialización de este tipo de plataformas.
La idea de la red social por excelencia es clara: trasladar la realidad de las relaciones personales a internet. Probablemente Facebook es el mejor ejemplo de virtualización de la vida social. En un principio, su actividad estuvo enfocada al campus de la Universidad de Harvard, para después extenderse a otras universidades norteamericanas y europeas, y finalmente abrirse al gran público.
El acierto de esta plataforma es utilizar la exclusividad como motor de los flujos de comunicación. Redes sociales pioneras como Facebook han cambiado la forma que las personas tienen de comunicarse entre sí. Debemos mencionar en este apartado la existencia de aplicaciones musicales concebidas para su integración en esta red social. Entre ellas destacamos Herzio, que intenta potenciar el efecto escaparate de las páginas de Facebook.
Twitter es una red social que funciona a través de pequeños mensajes de texto de 140 caracteres. A diferencia de otras plataformas redes sociales, el concepto de exclusividad no forma parte de su ADN, cualquier usuario puede seguir y leer las conversaciones de otros. La gran popularidad que Twitter está adquiriendo la convierte en una potente (y a menudo poco contrastada) fuente de información para los medios de comunicación, que a menudo utilizan las cuentas de usuario de personalidades famosas como documentación. Según un estudio realizado en 2011 por Oriella PR Network, un 31% de los periodistas utiliza Twitter profesionalmente.
TUENTI
Al igual que Facebook, Tuenti es una red social que traslada las relaciones personales a internet y funciona a través de invitación. La plataforma fue creada en el año 2005 en España por el estudiante estadounidense Zaryl Dentzel y está pensada para el público hispanohablante. Es una de las redes sociales con mayor éxito entre los adolescentes.
MYSPACE
Hasta hace bien poco, la red social por excelencia dentro de la industria musical ha sido Myspace, aunque nunca estuvo concebida como plataforma exclusiva para músicos. El portal llegó a España en febrero de 2007. Actualmente cuenta con 220.000 perfiles musicales, lo que la convierte en un enorme catálogo-escaparate donde están presentes la mayoría de artistas emergentes y consolidados. Uno de sus grandes logros fue el de crear un espacio virtual donde bandas y empresas
musicales estaban interconectadas entre sí. Tras la llegada de Myspace, los grupos dejaron de necesitar el envío de copias físicas como carta de presentación de su trabajo. Relativamente, claro.
Linkedin es una red social orientada claramente hacia un perfil profesional. La plataforma, creada por el estadounidense Reid Hoffman, se lanzó en marzo de 2003. Actualmente cuenta con 150 millones de usuarios repartidos por todo el mundo a fecha de febrero de 2012. En el terreno musical, esta red social puede resultar interesante para establecer contactos a nivel interno dentro del sector y no tanto cara al público / audiencia.
(Fuente: Martín, D.A., «Marketing musical: Introducción a la industria y la promoción musical del siglo XXI»
Este texto perteneciente al citado libro está sujeto a una licencia Creative Commons BY-NC-ND 3.0.)