La industria musical, en concreto la industria discográfica está consiguiendo reencauzar su crecimiento a través de los ingresos provenientes del streaming pero no es oro todo lo que reluce, como sabes existe una brecha de valor.
En junio del pasado 2016 más de 1000 artistas escribieron al Presidente de la CE Jean-Claude Juncker para que acabara con el llamado “value gap”. Unos días antes, 180 músicos solicitaban la reforma de la Digital Millennium Copyright Act, reguladora de los derechos de autor en internet en los EE.UU.
Otras organizaciones como IMPALA o UFi también se han manifiestado en contra de plataformas como Youtube que obtienen valor de la creación musical injustamente. Dichas organizaciones además llevan tiempo tratando de que plataformas que permiten el alojamiento de archivos de contenido por parte de los usuarios no puedan parapetarse en las disposiciones de Safe Harbour y que no queden exentas de la responsabilidad de la violación de los derechos de autor por parte de los usuarios en el uso de la plataforma en cuestión.
Si bien es cierto que Youtube lanzó el servicio Content ID resulta insuficiente puesto que además recae sobre los titulares de derechos realizar el seguimiento continuo de identificar y gestionar las acciones pertinentes contra aquéllos usos de obras registradas que vulneren los derechos de autor que a diferencia de plataformas de streaming como Deezer, Spotify o Apple Music requieren de una autorización o licencia previa de los propietarios de las canciones para poderlas publicar.
A todas luces esto supone una ventaja competitiva a Youtube (Google) de la que los servicios de streaming no disfrutan además de que dada su vasta oferta gratuita de contenidos a los usuarios les resulta más difícil pagar por servicios de suscripción por no mencionar que Youtube también paga menos por reproducción.
Con todo, se muestra un menoscabo de los ingresos y derechos de quiénes invierten en el negocio de la música y pervierte el mercado produciéndose el anteriormente mencionado «value gap» o brecha de valor.
A continuación se muestran una serie de cifras que nos pueden dar una idea de la magnitud del problema.
Si se combinan las cifras de cuota de mercado de las suscripciones de Youtube y de Content ID se obtienen un total del 63% del total del mercado de streaming que SOLO aportan el 11% de los ingresos.
El 11% de ingresos resultantes de la suma de los ingresos procedentes de Yuotube vía suscripciones y Content ID la sitúan en el tercer lugar por detrás de Apple Music quién por su parte, crea más ingresos por consumo que Youtube con menos del 4% del consumo (3,39% de Apple Music VS 63% de Youtube)
Nótese también que Youtube es el único servicio de streaming que paga por reproducción diezmilésima de euro.
Esto son tres ceros a la izquierda de la coma: Youtube: 0,00069 y Content ID: 0,00030.
Esto significa que mientras que Youtube está pagando cientos de dólares por cada millón de streams, los servicios de streaming están pagando miles de euros.
Una vez analizados en detalle algunos de la número no hay duda de que la industria de la música debe de tomarse muy en serio a Youtube y tomar las acciones pertinentes.