La digitalización ha traído cambios radicales a la industria musical. Desde el punto de vista de la gestión de la cadena de suministro, la digitalización eliminó las materias primas, como los CD y los LP, y transformó los canales tradicionales de distribución online, lo que supuso un importante ahorro de costes. También aumentó el número de proveedores, compositores y artistas al ofrecer un fácil acceso al mercado con programas de audición digital.
Al igual que otras industrias, la música tuvo que adaptarse rápidamente a la digitalización y tratar de crecer gracias a ella. Un claro ejemplo de una industria en pleno crecimiento es la de los juegos de casino online, donde la oferta es cada vez más amplia, ofreciendo desde slots a juegos en vivo. La música forma parte de estos juegos ya que permite a los usuarios tener un mayor conocimiento de cada una de las tragaperras.
A lo largo de los años, la tecnología ha desempeñado un papel fundamental en la configuración de la industria musical. Pensemos en la progresión desde el fonógrafo y las máquinas de cinta analógicas hasta el software de grabación digital y los servicios de streaming basados en Internet. Las dos últimas décadas de rápida innovación en tecnologías digitales han perturbado especialmente el negocio de la música a todos los niveles.
Artistas conectando con sus fans
Otro guiño al futuro de la música en la era digital es el poder de permanencia de Instagram, Twitter, YouTube y otras redes sociales que han permitido a los artistas conectarse con los oyentes de maneras inventivas. Desde anuncios personales en directo hasta conciertos online e interacciones individuales, los fans se sienten más cerca de sus artistas ahora que nunca. Además, ofrece una mayor posibilidad de descubrimiento a los artistas y compositores emergentes que acaban de entrar en el panorama.
En cuanto a cómo la tecnología ha cambiado la música a lo largo de los años, un factor clave se lleva la palma. La llegada de las redes sociales ha cambiado el juego de muchas maneras, incluyendo los estudios de grabación y los ejecutivos que se acercan a las relaciones públicas y al periodismo musical. Una conexión genuina se presta a aumentar los flujos de ingresos a medida que se crean bases de fans leales. Esto ha llevado a los músicos a participar como invitados en podcasts, a actuar en programas de radio y a responder a las preguntas de los fans en tiempo real a través de los medios de comunicación online más populares.
Más formas de compartir música
El tiempo de emisión en la radio solía ser la principal forma de conseguir que las canciones fueran tendencia y las ventas de discos se dispararan. Aunque cada vez hay más gente que tiene menos tiempo para desplazarse al trabajo que en años anteriores, escuchar la radio es cada vez menos frecuente. Es probable que las nuevas generaciones no escuchen por primera vez en la radio los singles de éxito. En su lugar, los conocerán directamente del artista a través de un lanzamiento de un álbum digital disponible para su descarga a medianoche, promocionado a través de un impulso en las redes sociales.
El futuro de la música en la era digital también se centra en otros flujos de contenido con el fin de conseguir una mayor exposición para los artistas emergentes o los músicos centrados en reinventar su sonido o su marca. Hay muchos innovadores en el sector que miran hacia el papel clave que desempeñará la música en el futuro y cómo el público seguirá marcando las tendencias.
Muchos artistas de renombre han producido conciertos para Netflix ya que seleccionan su lista de bandas sonoras incluso antes de elegir a sus actores. Conseguir la canción perfecta para que sea una parte impactante de una película o un programa muy comentado es la receta para crear la suficiente expectación como para iniciar una tendencia de búsqueda y hacer que la influencia musical de un artista se dispare.
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