Cada una de las plataformas digitales de música tienen un funcionamiento distinto a la hora de monetizar las obras. Ya sean servicios de venta (iTunes, Amazon) o de streaming (Spotify, Deezer) hay que tener en cuenta que cada una de ellos genera ingresos de forma diferente. Por ello, a continuación, vamos a explicar cómo funciona la monetización en las tiendas digitales.
– Descargas: este uso hace referencia a la venta, es decir, la compra que realizan los usuarios y que supone la acción de descarga de un producto. Ejemplos de servicios: iTunes, Amazon y Google Play. Al precio de venta (PVP) hay que descontar el porcentaje de beneficios que se lleva la plataforma.
– Streaming: se refiere al consumo de la obra mientras se escucha. Es decir, cada click que hace el usuario en las canciones para su reproducción. Plataformas incluidas en este modelo: Spotify, Deezer, Tidal, Apple Music… Aquí tenemos que diferenciar dos tipos de streaming:
- Ad Supported: monetización en base al tipo de publicidad del servicio. Aquí se encontraría el modelo de usuarios Fremiun. Es el caso de Spotify.
- Subscription: monetización en función de la reproducción por parte de un usuario de pago, el llamado Premium. El porcentaje de beneficios que genera la reproducción de un usuario Premium a un usuario Freemium podría variar.
– Nube: se trata de espacios alojados en la web, como iCloud, en los que el usuario dispone de sus propios archivos, entre ellos, música. La reproducción de la música en la nube genera monetización.
– Publicidad: la monetización se basa en los clicks efectivos en publicidad de la que se sustenta la plataforma, lo cual implica que el tipo de publicidad o el país de origen, entre otros factores, sean determinantes a la hora de entender el volumen de ingresos percibidos.
Factores como el país, el tipo de usuario (premium o freemium), la publicidad de la que se sustenta el servicio, porcentaje de royalties con el que trabajan, modelo de negocio… son indicadores que configurarán la monetización en cada plataforma, especialmente en aquellas que dependen de la publicidad.
Por ejemplo, en plataformas como Youtube existe la idea equivocada de que la monetización recibida es igual al número de visitas que tiene el vídeo. En esta plataforma se monetiza por clicks efectivos en publicidad, no por streams, y esto dependerá del tipo de publicidad que tenga el vídeo, el país dónde se haya hecho la reproducción, el coste del ad en ese país… etc
Por otro lado, como ya indicábamos anteriormente, hay que tener en cuenta que cada tienda digital se queda con un porcentaje de la venta o la reproducción. Por lo tanto, el beneficio final que se lleva el artista por el consumo de su obra habrá que descontarle este porcentaje de royalties del servicio más el que tenga firmado con su sello discográfico.
Del mismo modo, si el artista ha contado con un intermediario para lanzar su música en las plataformas, tendrá que tener en cuenta el porcentaje de beneficios con el que trabajan. Para ello, es recomendable contar con un servicio con porcentajes competitivos y que sea transparente a la hora de mostrar los ingresos que recibe el artista.
Servicios como Creanauta son imprescindibles para que los músicos puedan disponer de su música en las plataformas digitales y, sobre todo, para conseguir la máxima transparencia las cuentas, ya que dispone de herramientas útiles para saber en todo momento los beneficios que ha generado tu música, en qué país y bajo qué concepto.
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