La RIAA recientemente reveló la recopilación de las cifras de ingresos de música grabada en 2015. Dichas cifras muestran una paradoja: a pesar de la gran cantidad de maneras en que la gente puede escuchar y comprar música, los ingresos totales de la industria musical han sido sorprendentemente consistentes –y estancados- a través de los últimos años. La industria de la música se ha mantenido atascada dentro de un porcentaje, a menos de $7 billones de ingresos anuales desde el 2010. Si lo ajustamos a la inflación, eso es una disminución de 1.5% año tras año.
Algunos han dicho que las ganancias en el 2015 representan un logro por que las ganancias totales provenientes de los servicios de streaming de música han superado a los ingresos provenientes de las descargas digitales. Eso es un fenómeno bastante interesante, pero como se explicará a continuación, también puede ser un poco engañoso y el verdadero logro aún se encuentra a años de distancia.
Los servicios de streaming de música vienen en dos tipos distintos: On-Demand y en radio digital. En el gráfico anterior se han agrupado dos categorías de servicios On-Demand los cuales son incluidos en el informe de ingresos de la RIAA. Pagos (Spotify Premium, Apple Music, Rhapsody, Tidal), y gratuitos (YouTube, Spotify Free y Vevo). Además, las cifras de la RIAA por servicios pagos On-Demand también incluyen una porción de los ingresos de servicios de alta calidad vía Internet, como Pandora One, el servicio libre de anuncios de Pandora. Las cifras de radio digital incluyen tres categorías: radio vía Internet (Pandora’s Free Service, iTunes Radio), radio satelital, y los canales de música con los servicios de televisión pagos.
A pesar de que muchos servicios de radio por Internet incluyen características para su personalización, todos ellos son más similares a la radio abierta tradicional que los servicios On-Demand – que a su vez son más similares a las descargas, ya de que permiten a los usuarios elegir exactamente lo que quieren escuchar. Por lo tanto, sólo tiene sentido comparar los ingresos de servicios On-Demand y los de descargas, ya que al menos algunos de los usuarios de radio vía Internet prefieren las descargas y los CDs que las radios AM/FM.
Si comparamos las ganancias procedentes de los servicios On-Demand con los ingresos provenientes de las descargas, nos quedaremos cortos. Los servicios On-Demand han significado un ingreso de US$ 1.6 millones a las discográficas en el pasado año, comparado con los US$ 2.3 billones provenientes de las descargas o US$ 3.8 billones si incluyes las ventas de CDs. (No es posible comparar los ingresos de la radio digital a los de radiodifusión AM/FM, ya que las emisoras estadounidenses no pagan regalías a los sellos discográficos).
Sin embargo, las ganancias de los servicios On-Demand han superado a las de CDs y puede que próximamente supere a las de descargas digitales. Los servicios On-Demand son el sector de mayor crecimiento dentro de la industria musical, habiendo crecido en un 47% en el 2014, mientras que las ganancias de las descargas bajaron en un 9%. A este ritmo, los servicios On-Demand serán los líderes de la industria musical en cuanto a ingresos para el año 2017 o 2018.
Cuando esto pase, habremos alcanzado un nuevo objetivo: la más reciente transición en las diferentes maneras de consumir música bajo demanda. El primer formato fueron los discos de gramófono (78 RPM), los cuales duraron cuatro décadas, desde mediados de 1925 hasta 1960. Los Vinilos o LPS fueron los siguientes; siendo los líderes del mercado hasta la aparición de los cassettes en 1984. Luego de unos breves 7 años, los CDs aparecieron para dominar el mercado por 21 años hasta que las descargas digitales los superaron en el 2012.
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- Análisis del consumo de video, dispositivos y formatos 2015.
- Radiografía del mercado de la música en España.
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