Hay quien sabe sacarle provecho a las nuevas tendencias y oportunidades que se plantean, o al menos ese es el propósito de Imogen Heap. Esta cantautora y productora de reconocido prestigio con un Grammy entre sus filas siempre ha defendido el uso de la tecnología tanto para propagar la cultura abierta como nuevas maneras de expresión dentro de la música.
Aunque en este caso el asunto a tratar a modo comunidad que plantea Heap es el adaptar el funcionamiento de Blockchain, uno de los principales proveedores de la moneda electrónica Bitcoin, a la gestión de los derechos de autor.
El dicho nuevo modelo de banca financiera para transacciones se basa en eliminar intermediarios en las transacciones a la vez que aumenta la seguridad de ésta a través de la criptografía.
Para entenderlo en mayor profundidad conviene seguir publicaciones tanto de temática bancaria como tecnológica al respecto ya que es un nuevo concepto que puede revolucionar el pago y cobro electrónico y sobretodo que parece que da un verdadero uso al cuestionado Bitcoin.
Volviendo hacia el tema en cuestión, si echamos la vista hacia atrás nos damos cuenta de que los artistas han generado actividad derivada de su obra a representantes, gestores y otros intermediarios entre éste y el público al que se dirige y que paga por su obra. Consecuentemente, quien tenía la información y el poder para manejar las relaciones con terceros eran los contables y abogados que trabajasen para el sello discográfico al que pertenecía el artista.
Hoy en día la situación ha cambiado en cierta medida, pero Imogen Heap aboga por un aprovechamiento de la tecnología en beneficio del artista para utilizar la información que fluye por internet y que se digitalice para generar transparencia e inmediatez en los pagos de royalties y que la información no quede manejada por terceros en contra del artista.
Con tal de simplificar todo este proceso para quien no se maneje con el Bitcoin pero sí tenga intención de gestionar proyectos por su cuenta, Colu pone a disposición su aplicación en la que mediante una interfaz sencilla y con un nivel de programación mínimo puedes diseñar tu propia aplicación personal con la que dar un vuelco completo a la gestión de los derechos de propiedad.
A través de dicha aplicación podrás registrar la autoría en la base de datos de Blockchain fácilmente verificable y que no de pie a una disputa, a la vez que cuando alguien quiera buscar a quién pertenecen los derechos de una canción concreta aparezca sin confusión alguna. También cubre otros aspectos interesantes como la gestión de contratos o la venta de tickets.
Estamos ante una plataforma que puede cambiar el devenir de la industria en los próximos años además de dar a juego a generar nuevos modelos de negocio y todo ello basado no tanto en el Bitcoin sino en la propia información que se genera entre transacciones y su automatización mediante criptografía para proporcionarle más seguridad a cualquier registro.
Aún está por ver si el concepto acabará funcionando y se terminará por implantar de manera global para la autogestión de los músicos, pero como bien afirma Imogen Heap, todo se está moviendo increíblemente rápido como nunca lo había hecho antes en la industria musical.
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