Dentro de la industria de la cerveza, las ventas de cerveza han estado en constante disminución desde hace algunos años con los grandes cerveceros llegando a un acuerdo con el cambio de hábitos de consumo de los consumidores y el impacto de los nuevos modelos disruptivos. Te suena ¿verdad?. La dinámica de la industria de la cerveza tiene notables similitudes con el negocio de la música grabada y hay algunas lecciones que se pueden aprender. Las ventas de cerveza han estado disminuyendo desde el año 2008 con un consumidor como base principal como es el «baby boom» que debido al cambio de hábitos de consumo, bebe más licor y vino. En el Reino Unido la cantidad de borrachos de cerveza ha caído un 20% en los últimos 10 años, mientras que las ventas de cerveza de Estados Unidos han estado cayendo desde el año 2008 y en España, pese a que no nos lo creamos pasa lo mismo.
El número de nuevas fábricas de cerveza entró en declive y después de años de adquisiciones y fusiones de los cada vez más grandes cerveceros. Y una vez más los paralelismos son evidentes. El ascenso de las cervezas artesanas dentro de este contexto cargado de fatalidad no ha sido una buena noticia destacada: elaboración de cerveza artesanal y micro cervecerías.
Predominan los pequeños fabricantes independientes de este segmento de mercado que ha estado creciendo fuertemente, aunque desde una base pequeña, en los últimos años. Dentro del mercado de EEUU, las ventas de cerveza artesanal crecieron un 10% en 2012, 17% en 2013 ya 18% en 2014. De hecho 2014 fue el año en que las cervezas artesanales se abrieron paso a una cuota de mercado de dos dígitos (11%) por primera vez.
Las cervezas artesanales están atendiendo a un mercado de consumidores más avezados, ya sean inconformistas o puristas, que están dispuestos a pagar más por la calidad y la singularidad.
La cerveza artesanal es como las ventas de vinilo, el indie y la industria de la música, todo en uno. Grandes cerveceros entran en acción adentrándose en el marco regulatorio.
Lo interesante de todo esto es que los grandes fabricantes de cerveza se están dando cuenta de que si no puedes con ellos, entonces únete a ellos. Así que el crecimiento de la cerveza artesanal actualmente, no es sólo impulsada por esas pequeñas, artesanales y encantadores microcervecerías, sino también de las grandes empresas cerveceras que abren sus propias micro cervecerías y crean sus propias cervezas artesanales. De hecho, algunos fabricantes de cerveza de tamaño medio han ido un paso más allá y han dejado de producir sus propias marcas de cerveza más mainstream y en lugar de elaborarlas bajo la licencia de grandes cerveceras, se permiten centrarse en las cervezas artesanales.
Los márgenes en un mercado cada vez más mercantilizado es ridículo a menos que te apoyes de una gran escala. Así que las similitudes son evidentes. Pero hay diferencias evidentemente. Hay que coger con pinzas el hecho de enfatizar que la cerveza artesanal es como una mezcla del vinilo y el indie. Es a la vez un pivote de estrategia de producto y de cultura empresarial. De lo que la industria de la cerveza se está dando cuenta es que, si bien sigue habiendo una mayoría principal que continuará bebiendo cervezas convencionales, la economía de ese sector tienen el difícil reto de soportar el efecto de las tendencias negativas de incluso los modestos. La industria cervecera, podríamos decir, que no ha salido a comenzar la búsqueda de su equivalente de tocar en directo y vender camisetas, en cambio, si que ha visto cómo reinventar su producto principal para que sea relevante para la nueva generación de sus clientes más valiosos. Y los efectos comienzan a notarse a nivel de mercado. El consumo de cerveza en realidad ha crecido un 1% en 2014 en las ventas del Reino Unido y en Estados Unidos subieron un 0,5%.
Reinventar el producto, no sólo el canal de ventas Esto es lo que debe suceder con la música grabada, no sólo reinventar las ventas y el canal de adquisición, que es fundamentalmente lo que la historia de las ventas de música digital nos muestra.
El aficionado a la cerveza y el aficionado a la música son más importantes para sus respectivas industrias ahora de lo que han sido y esto no va hacer más que aumentar.
[sociallocker]La industria cervecera está consiguiendo salir de la recesión a base de servir y satisfacer convenientemente a sus súper fans, cosa que los artistas han estado haciendo durante años bien a través de PledgeMusic, Bandpage y ahora Patreon. Ahora es momento de que los sellos y los servicios de música hagan los mismo, trabajar juntos para crear una nueva generación de productos de música, como el que puedes ver en este otro post.[/sociallocker]Pero esto también debe ser parte de un cambio cultural, desde el tratamiento del artista como empleado, al de una agencia, la relación con el cliente, un modelo que muchos servicios de sellos y sellos independientes ya están llevando a cabo. Por supuesto, la industria de la música grabada tiene que lidiar con otros factores atenuantes tales como lo gratuito y la competencia por el gasto en directo. Pero incluso con estas consideraciones, es evidente que la industria de la música necesita encontrar su cerveza artesanal.
(Traducido y adaptado por José Luis López de «What The Music Industry Can Learn From The Beer Industry» de musicindustryblog.)
Bueno, por un lado mutar es importantísimo si te dedicas a una actividad artística, más que nada para no convertirte en una caricatura de ti mismo. Por otro lado, si la «reinvención artesanal» es el indie vamos dados, porque no tiene nada de arte ni de oficio, que es lo que el término «artesanal» implica. Una cosa es más ARTE nuevo, en lo cual no puedo estar más de acuerdo y otra cosa es hacer cualquier bazofia y que cuele entre una masa crítica de estúpidos. El ejemplo del vinilo encima es un punto más contra el argumento (o en todo caso contra el tipo de «reinvención», distinto si dijéramos «mediocrización»). El vinilo es para snobs muy ignorantes, CON SUERTE SUENA MEJOR QUE UN CASSETTE MUY GASTADO, y sólo las primeras veces, porque cada vez que lo escuchas está degradado respecto de la vez anterior (por supuesto con la música digital no tiene ni punto de comparación, aunque los snobs lo odien por «vulgar», fíjate hasta dónde son capaces de llegar en su nube de pedos falaz). La única reinvención que me cabe se llama EXCELENCIA. De eso la música domina muy poco lamentablemente, por eso el público consume Steinburgs caducadas con otra marca «hype» a 10x el precio. Adaptarse al «cliente» tarado, en el caso de una actividad artística es renunciar a todo lo que el arte representa (totalmente al margen del negocio). Prefiero al artista cuyo target son gente inteligente y sensible (más allá de la mucha o poca expectativa de negocio que pueda tener). Los snobs sin espíritu crítico que sigan escuchando Lori Mierders, en vinilo si eso (al paso que vamos tienen el NEGOCIO asegurado -nunca un lugar en la historia de la música que es lo que cualquiera que se considere remotamente «artista» debería buscar-).