Una de las cosas que ha provocado la revolución digital, entre otras muchas, es la creación y acrecentamiento de los desequilibrios en la industria de la música. Éstos desequilibrios, que o bien cambian, o bien formarán los mimbres que formaran la próxima era de la industria de la música, o ambos. De hecho, hay tres áreas clave en las que, casualmente, la parte más pequeña es 6 veces inferior que la mayor, de ahí el nombre del post.
– Cuota de ingresos digitales por música.
Una frase común tanto de compositores como de los organismos que los representan ( editores de música, sociedades de gestión, etc.) es que todo comienza con la canción. Y, eso está fuera de toda duda. Sin embargo, es la versión grabada de la canción con aquéllo que la mayoría de las personas interactúan durante la mayor parte del tiempo, ya sea en la radio, en un CD, una descarga, retransmitida en streaming o un vídeo musical. Esto ha permitido asegurar a los sellos discográficos, por lo general propietarios de la obra grabada, que sostengan la sartén por el mango en las negociaciones de licencias con servicios de música digital. Los sellos en consecuencia, han terminado con un promedio del 68% del total de los ingresos por streaming bajo demanda, y los editores y entidades de gestión sólo 12%. La participación de los sellos es 6 veces más grande. Los editores están ahora activamente tratando de equilibrar la ecuación, a menudo referiéndose como en «la búsqueda de una parte justa ‘. Para los servicios de radio semi-interactivos como Pandora la proporción es de aproximadamente 10 a 1.
– Ingresos del artista.
Mientras que las ventas de música disminuyeron en los últimos 10 años, el directo está en auge. Y aunque hay señales de que el crecimiento de la música en vivo puede estar atenuándose, un artista de éxito pueden ahora llegar a ganar aproximadamente un 9% de sus ingresos totales en cuanto a música grabada, comparado con el 57% de los ingresos por actuaciones en vivo. Una vez más, se cumple el factor de 6 a 1.
La estructura de ingresos puede presentar complejidades derivadas por ejemplo del tipo de contrato en el que el artista esté trabajando o los costes fijos de la actividad artística, etc. Irónicamente justo cuando todo empieza con la canción digitalizada, todo comienza con la obra grabada (y si, tambien la canción) para el artista de directo. La mayoría de los fans de un artista pasará la mayor parte de su tiempo interactuando con la obra grabada del artista en lugar de en directo. El trabajo grabado se ha convertido en el anuncio para el directo. De hecho, el precio medio de una entrada de un artista de éxito de primera línea, en promedio es 8 veces superior a la compra del total de su fondo de catálogo. Así, para los fans la relación es aún más pronunciada, siendo de 8 a 1.
– Usuarios de música gratuita.
La guerra del freemium está dominando el debate en la industria de la música contemporánea. Servicios como los de Spotify entre otros, que tienen niveles de demanda de On-Demand gratuito, están bajo un intenso escrutinio sobre cómo estos niveles pueden canibalizar las ventas de música. Sin embargo la base de usuarios de música gratuita ordinaria de YouTube es de aproximadamente 350 millones de dólares en comparación con los aproximadamente 60 millones de usuarios de servicios freemium gratuitas en todos los servicios freemium. Una vez más, se cumple una relación de 6 a 1. Cualesquiera que sean los usuarios freemium, su impacto puede estar teniendo 6 veces menos que YouTube.
La industria de la música nunca ha sido una meritocracia ni nunca lo será. Así que sería fatal sugerir la igualdad de repente, ya que todo estallaría, tal y como está montado. Sin embargo, habrá una especie de proceso de enderezamiento en algunas áreas, especialmente en la ecuación de participación en cuento a los ingresos de la música digital. Lo más significativo, sin embargo, es que estas relaciones se están convirtiendo en las dinámicas fundamentales de la nueva industria de la música. Estos son los puntos de referencia que los artistas, los titulares de derechos, y todos los demás actores de la industria de la música necesitan para entender como se verá su futuro y cómo pueden ayudar a darle forma.
NOTA: Este artículo refleja que la relación del compositor respecto a la radio semi-interactivo es en realidad de 10 a 1 . La proporción de 2 a 1 se aplica a los ingresos de los sellos en comparación con los ingresos de la sociedad de gestión, que incluye los ingresos para los artistas pero no siempre los del compositor.
(Este artículo es una traducción y adaptación de José Luis López de «The Music Industry’s 6:1 Ratio» de The Midia Research)