Muchos músicos milenials se obsesionan con una serie de indicadores que realmente no les traen nada de bueno o beneficioso para su carrera musical, para salvo para alimentar un ego enfermizo o que detrás de ello lo único que hay es una mala interpretación (por desconocimiento) de como funciona la industria musical y qué significa construirse una carrera como músico.
1) El número de streams en Spotify no equivale a número de fans
Cuidado con obsesionarse demasiado con el número de streams en Spotify o pasarás a engrosar la lista de artistas con cientos de miles o millones de streams (o reproducciones) y que aún así no pueden ni llegar a 100 personas en sus shows o siquiera tener a alguien que pueda respaldar su campaña de financiamiento o que los apoyen de alguna manera. Se llega a la conclusión de que esos oyentes no son fans de los artistas; son fans de la lista de reproducción en la cual esas canciones están incluidas. Es necesario que comprendan este nuevo mundo del streaming en el que estamos viviendo. Diez millones de reproducciones ya no impresionan a nadie. ¿Quieren saber qué sí es impresionante? Las ganancias finales.
2) No existen los golpes de suerte que te resuelvan la vida
Los días de los ‘golpes de suerte’ se acabaron. Los sellos discográficos no firman artistas que estén perdidos en el limbo; al contrario, buscan algo que ya esté constituido y encaminado. Ah, y además, los sellos discográficos no ofrecerán un millón de euros (ni ninguna cantidad de seis cifras) de adelanto a nuevos artistas. Así que si estás sentado esperando a ser ‘descubierto’ y no estás tomando tu carrera como artista en serio, puedes esperar sentado hasta el día en que mueras.
3) Tu marca y su historia son más importante que tu música
Para cualquier artista esto es difícil de digerir, pero aquellos que no sólo aceptan esa realidad sino que se adaptan mejor a ella son aquellos que logran caminar a pasos agigantados. Verán, las personas juzgan en base a tu estética, historia e imagen mucho antes de escuchar alguna de tus canciones (si es que llegan a eso). Tu marca [la cual incluye tu imagen y tu historia (¡!) y toda tu estética en general] es de lo que realmente hablan los no-músicos (bloggers), lamentablemente a ellos no les importan tus ritmos de batería, tus acordes, plugins o tus técnicas de mezcla.
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4) El número de seguidores que tengas no importan tanto como tus números de la vida real
Ay, ¿en serio? ¿Tienes 100,000 seguidores en Instagram? Genial. Oh, ¿pero no puedes pagar las facturas de este mes? No tan genial. Todos sabemos que tanto seguidores como su «fidelidad» con el artista pueden ser comprados. Deberías comenzar a pensar que los números de seguidores no son tan importantes como los NÚMEROS DE CONVERSIÓN: ¿cuántas personas están realmente respaldando tus campañas de financiación? ¿Cuántos están yendo a tus shows, comprando tus productos?… Mira, el que tengas robots que den me gusta y comenten tu mierda no significa nada. Bueno, en realidad sí significa algo, y es que estás desesperado y no tienes ni un poquito de convicción en hacer de la música tu estilo de vida. Los robots no van a tus shows. Los robots no compran tus productos. Los robots no hacen respaldo de tus campañas de crowdfunding. Los robots no te encaminan a convertirte en un músico profesional.
Estamos viviendo en una realidad post-seguidores.
Así que, no me digas cuantos seguidores tienes. Lo único que realmente me importa es cuantos fans tienes que te ayudarán a surgir en tu carrera como artista musical.
5) Triunfar ya no significa que lograste el estrellato
Estamos viviendo en la época más emocionante de la historia de la industria musical para convertirse en un músico.
Antes era imposible ser un artista original y tener una carrera musical exitosa sin ayuda de un sello discográfico. Ahora existen muchísimas formas de ganarse la vida haciendo música (o como mínimo de obtener ingresos). Por alguna razón, la industria musical parece ser la única en donde decir que “triunfaste” significa llegaste al estrellato; no pierdas tu tiempo con personas que piensan así. Si estás ganándote la vida haciendo música; luchando por hacer de ello tu estilo de vida; y además, es algo que amas, entonces, ya estás triunfando. Cualquier persona que trate de menospreciar tu éxito es porque simplemente no es feliz con lo que está haciendo, así que, mándalos a la mierda.
6) No necesitas seguir las tendencias musicales para triunfar
No hagas de tu música lo que otros quieren escuchar. Haz música que sea significativa para ti y eso te atraerá una audiencia genuina, siempre y cuando promociones tu música de manera apropiada.
No tienes que ser un músico de pop si no quieres serlo. Ahora, si quisieras serlo, entonces es mucho más fácil seguir las tendencias musicales pero, probablemente, para cuando lances tu disco esa tendencia que seguiste ya debió haber cambiado y estarás atrás de otros músico o simplemente serás un artista similar a muchos otros que terminaron siendo aburridos y cansando a su audiencia. Debes hacer música que te mueva, que tenga sentido PERO debes asegurarte de apuntar hacía la audiencia indicada. Tampoco necesitas 100 millones de personas que escuchen tu música; la realidad es que sólo necesitas unos miles de fans (de fans verdaderos) que te sigan y te apoyen a lo largo de tu carrera. Búscalos. Encuéntralos y haz crecer tu conexión con ellos. Respétalos. Y de esta manera construirás una comunidad auténtica.
7) No es necesario tener una presencia online para ganarse la vida como músico
La verdad es que ya no existe una forma específica para triunfar en la industria musical.
De hecho, existen músicos que generan cheques de seis dígitos al tener sus canciones en películas, shows de TV y propagandas, sin necesidad de Instagram o Twitter. Existen personas que ganan muy bien haciendo giras en universidades o conciertos privados sin necesidad de mostrar nada en el mundo virtual. Existen compositores que participan en shows de TV o películas. Existen músicos freelance que no están en ninguna plataforma social. Inclusive, hay productores que han sido catalogados como «falsos artistas» por el hecho de que no tienen ninguna otra presencia en Internet fuera de Spotify (donde tienen millones de reproducciones) y aun así, son pagados por una firma de producción que introducen sus canciones en listas de reproducciones exitosas.
Aún existe un mundo físico donde se puede generar mucho dinero, tu trabajo es simplemente encontrar aquello que tiene sentido para ti y cómo quieres estructurar tu carrera musical.
8) La meta no es firmar con un sello. La meta es ganarse la vida haciendo algo que ames
¿Quieres saber cómo lograr tener un contrato discográfico? No intentes tenerlo. Primero preocúpate en ser popular. – Avery Lipman, Presidente de Universal Republic Records.
¿Sabes lo genial que es decir que acabas de firmar un contrato discográfico con Warner Records? Algo genial, pero esa genialidad se desvanece muy rápido. ¿Sabes qué es aún menos genial? Tres años firmados con Warner con sólo una canción lanzada, sin giras, sin crecimiento, sin dinero. Pero ¿a quién le importa? ¡Firmaste con Warner, ¿no?! …Eh, ciertamente, algunas veces los contratos discográficos pueden ayudar tremendamente pero otras veces pueden ser una completa pesadilla, a veces son adecuados para un artista y otras veces simplemente no.
Si tu meta es ser firmado, entonces vas a caer en picado; pero si tu meta es construir tu carrera desde tus propios medios y que sea tan exitosa que hasta las discográficas rogaran trabajar contigo, sólo entonces podrás decidir si firmar un contrato es la mejor jugada para ti.
9) No puedes superar el talento con la tecnología
Pues sí. Un chico de 18 años llamado Steve Lacy produjo una canción (y fue reproducida) en el nuevo disco de Platino de Kendrick Lamar, DAMN, y lo hizo con su iPhone; claro, esto no significa que sólo necesitas de un iPhone para lograr un disco de Platino. Se necesita, por supuesto, talento. No porque puedas hacer un disco entero en tu iPhone ya es señal de que va a sonar excelente ni que va a poder competir con el resto; ya sea que estés trabajando en un estudio magnífico o en tu cuarto, nunca te conformes con “ser bueno” o con cubrir tu falta de talento con tecnología. Podrás engañar a tus padres pero no engañarás a tus colegas músicos (y ellos son los que cuentan).
10) No necesitas un gran estudio para grabar un gran disco
Y la otra cara de esto es que, por supuesto, si tienes talento no necesitas todas esas luces y aparatejos de un estudio gigante. ¿Sabes a quien le importa si grabaste utilizaste un Neumann U47s junto con la misma consola Neve que utilizó John Lennon? Sólo a ti, a nadie más. Lo que a la gente le importa es cómo tu grabación sonará; no en qué estudio fue grabado, ni los amplificadores ni los micrófonos que utilizaste. Así que deja de gastar tu dinero.
Si puedes conseguir el sonido que necesitas desde tu dormitorio, no hay necesidad de gastar $1,000 por día para andar alardeando.
(Bueno, tampoco neguemos que haber grabado en en unas determinadas condiciones puede proporcionarte tener la oportunidad de conversar con algún productor interesado en donde grabaste o algún entusiasta de la tecnología, sé muy estratégico en esas situaciones)
11) Si toda tu base de fans está en Intagram, estás destinado al fracaso
Si, Instagram es la red social más popular del momento (lo siento, Snapchat) pero eso no significa que siempre lo será. Probablemente seas muy joven para recordar Myspace, pero en algún momento de la historia, la única presencia online que le importaba a los músicos era Myspace. Y aquellos que no hicieron una base de datos de sus fans (en una lista de email, por ejemplo) perdieron todo el contacto con sus fans cuando Myspace murió.
Las redes sociales pueden desaparecer en cualquier momento y con ellas tus fans. Busca sus emails y números de teléfonos. Mantener el contacto con ellos es esencial.
Por supuesto, no ignores las redes sociales donde convergen tus fans, pero es necesario que tengas una alternativa de poder comunicarte con ellos cuando las redes sociales desaparezcan; no seas dependiente de ellas.
Fuente: digitalmusicnews.com