En este artículo ahondaremos en los orígenes y diferentes definiciones acerca de qué es la música.
Antes de comenzar con definición de música según autores varios haremos alusión a que el arte y la belleza favorecen la experiencia del estado estético.
La mirada descansa en la belleza, la lectura, es la que nos conduce al placer de la reflexión, y la música es la que es capaz de romper el tiempo, de trascender a las ideas, siendo algo que es independiente del mundo con la capacidad de ignorarlo.
Qué es la música según Schopenhauer
Todas las artes nos hablan de las sombras siendo la música la que se dirige al ser.
Como señala Schopenhauer en relación al concepto de música:
(1) “La música nos revela la esencia intima del mundo, a través de los ritmos, la sabiduría más profunda, y nos habla en una lengua que la razón no comprende […]
El arte nos libera del sufrimiento, transformando la vida en contemplación de la vida.
La música es la más metafísica de las artes, ya que mientras las otras artes nos hablan de sombras, la música nos habla del ser’ ” (Arthur Schopenhauer, 1998, pg. 203)
La música tiene la singularidad de poder expresar: dolor, alegría, serenidad… todo lo que podemos denominar sentimientos puros.
Sus movimientos tienen la facultad de provocar infinitos estados de ánimo, que pueden estar escondidos en la memoria y activarse sin necesidad de que actúe la voluntad.
(2) Ya Antonio Marí, cita a Oscar Wilde en su libro: “Libro de ausencias”, como este en su obra, “el crítico artista”, nos escribe que: ‘La música nos crea un pasado que ignorábamos.
Nos llena del sentimiento de tristeza que fueron sustraídos a nuestras lágrimas’, (Antonio Marí, 2012, pg. 103)
Por lo tanto, es más fácil sentir la música que llegar a una definición de música, si bien, se podría considerar como el arte que puede dotar a los sonidos y los silencios de un orden, con un resultado lógico y coherente.
Esto plantea un mayor interés a la pregunta de qué significa música.
Origen de la Música
El origen de la palabra música nos transporta al latín “música” y este al griego “monsike” (el arte de las musas), que se refería a la educación del espíritu que se encontraba bajo la tutela de las musas de las artes.
Según la definición tradicional del término, el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía, el ritmo y el timbre, mediante la intervención de complejos procesos psicoanímicos.
Concepto que evoluciona desde entonces, donde se unían en el mismo grupo la poesía, la música y la danza como arte unitario.
Ahora la definición ha tenido que matizar más; qué es y qué no es la música, ya que destacados compositores, en el marco de diversas experiencias artísticas fronterizas; como el arte sonoro, que han realizado obras que se consideran musicales ampliando los límites de la definición de este arte.
Se considera que la música como el resto de las manifestaciones artísticas es parte de la cultura.
La finalidad, es la búsqueda de una experiencia estética en el oyente, expresar sentimientos, pensamientos o ideas.
Convirtiéndose en un estímulo que afecta el campo perceptivo del individuo; realizando funciones variadas (entretenimiento, comunicación, ambientación, sanación, etc…)
Las diferentes definiciones, las marcan las diferentes culturas y nos encontramos que pueden verse influidas por causas psicológicas, sociales, culturales e históricas.
Así nos encontramos tantas definiciones como culturas pero ninguna llega a ser perfecta.
Una de las más completas, la que nos señala que la música es sonoridad organizada (según una formulación perceptible, coherente y significativa).
Basándonos en lo que es considerado de manera general como música, se pueden percibir ciertos patrones del «flujo sonoro» dependiendo de cómo las propiedades del sonido son aprendidas y procesadas por los humanos.
Respecto a qué es la música, según el compositor Claude Debussy, considerado el «creador de la música nueva», creó una forma totalmente nueva de entender el lenguaje musical, a través de un sonido revolucionario, una huella que acabaría impregnando la historia del arte sonoro en los siglos XIX y XX.
(3) Por definición, extraída del artículo de Andrés Hernández, nos dice: la música es » ‘Un total de fuerzas dispersas expresadas en un proceso sonoro que incluye: el instrumento, el instrumentista, el creador y su obra, un medio propagador y un sistema receptor’ «. (Debussy citado por Hernández Andrés. 2013).
Lo más común en los manuales son definiciones tipo: » la música es el arte del bien combinar los sonidos en el tiempo».
Parece que se queda un poco escasa.
Muchos estudiosos la consideran una manifestación cultural universal, encontrada en nuestro mundo antes de que el ser humano se expandiera por este.
Un músico, busca que el oyente tenga algún tipo de sensación a la hora de escuchar su composición, ritmo y armonia, mediante elementos como instrumentos, voz, etc.. este tipo de creación se utiliza para estimular la percepción humana o buscar el entretenimiento mientras disfruta de la melodía, incluso refrescar la memoria sobre algún acontecimiento.
Los cuerpos que vibran pueden ser captados por el oído pues con el movimiento se modifica la presión, transmitiéndose por el aire. Así, se produce el sonido y si este no existe aparece el silencio que no llegará a ser total al estar dentro de la atmósfera.
La música, es el resultado de la combinación de esos sonidos y silencios, sonidos que pueden ser infinitos pues infinitas son la combinaciones que se pueden realizar con la duración, la intensidad y la altura.
La música también se aplica de forma científica.
Mezclando el sonido, músicas y bailes, que buscan la unión del estos a través de tratamiento que integran lo cognitivo, lo emocional y lo motriz, para canalizar y liberar malas energías o sentimientos y encontrar la energía propia de cada ser, mejorando la comunicación, la expresión individual y la integración social.
Así pues, la “musicoterapia” se utiliza en caso de enfermedad o disfuncionalidad física o social. A través de ella el individuo se rehabilita y reeduca emocional, intelectual y motrizmente.
La creencia de que la música y la medicina tienen un poder mágico y curativo nos llega desde los primeros tiempos, pero será Pitágoras el que afirma que, citado por Paula Coronas, en la revista “Música Culta”:
(4) “`La música ejerce sobre el espíritu un poder especial, quien comenzó a darle una aplicación curativa y medicinal.
Considerada como un elemento de purificación, sus seguidores purificaban el cuerpo con la medicina, y con la música el alma […] Afirmaban que la proporción y equilibro de las notas produce harmonía y orden, creando un lazo indisoluble entre salud y música.
No sólo establecieron una especie de medicina musical para el alma, sino que al tener la creencia de que la música contribuía importantemente a la salud, la empleaban también para la curación de ciertas enfermedades´”. (Coronas Valle Paula, 2000)
A través de la historia, se ha comprobado que la música tiene la capacidad de influir en el ser humano en todos los niveles: biológico, fisiológico, psicológico, intelectual, social y espiritual.
La música con sus sonidos posee tres componentes que la vuelven única: el sonoro, el temporal y el intelectual. El sonoro; la unión de los sonidos de forma específica.
El temporal: el momento puntual en el que deben ser representados y ejecutados los sonidos.
El intelectual: relacionado con la influencia que nos puede causar un determinado movimiento sonoro, al influir en el estado de ánimo pudiendo modificar otros aspectos de la vida.
Comprendiendo estos tres componentes, encontraremos la respuesta de por qué tenemos esa necesidad de hacer o escuchar música.
Y para ti, ¿qué es la música?
Fuente: Mateos, G.,»La transformación en la industria cultural musical. La música en la red y la producción musical entre artistas». Grado en Publicidad y Relaciones Públicas, Facultad de Ciencias de la Comunicación, Universidad Rey Juan Carlos, 2013.