¿Está el negocio discográfico tratando a la música "vieja" con el respeto que merece?

Está demostrado hasta qué punto las grabaciones de catálogos están dominando el negocio de la música comercial y sobrepasando ampliamente la cuota de mercado de los nuevos lanzamientos.

De acuerdo con las últimas estadísticas, la música «antigua» reclamó el 62% de todos los streams en los EE.UU. el año pasado y un 74% de los streams de vídeo.

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Tales datos plantean la pregunta:

¿Es la obsesión de la industria discográfica el lanzar nuevos artistas una sabia respuesta a las realidades del negocio de la música moderna? ¿O deberían los sellos más grandes del mundo, de hecho, dedicar más recursos a la música que está empíricamente generando la mayor cantidad de dinero?

Es un debate que ha estado en la mente de Hartwig Masuch, CEO de BMG.

El líder de la empresa Bertelsmann no es un opositor de la línea del A&R, ya que ha visto a su compañía atraer a artistas como Jack Savoretti (Reino Unido), Max Giesinger (Alemania), Francesco Gabbani (Italia) y el éxito pan-europeo LP en los últimos años.

Sin embargo, con un catálogo editorial de más de 1,9 millones de derechos de autor y un acervo de música grabada que contiene masters altamente rentables BMG divide orgullosamente sus recursos más influyentes entre el catálogo y los nuevos artistas, con el énfasis en los de catálogo.

Al discutir el enfoque institucional de la industria en los artistas de primera línea, Masuch sugiere que con demasiada frecuencia parece provenir de un deseo de dominar la cuota de mercado de las listas de éxito en lugar de una reacción a la verdadera economía de mercado.

Si te enfocas mucho en tu capacidad y recursos en una tan pequeña parte de la imagen global, puedes perder una gran oportunidad.»

Hartwig Masuch, BMG

«Estimamos que una generación de ingresos de alrededor del 70% en Spotify proviene de los lanzamientos de catálogos. Si a esto le agregas el increíble valor que generan los artículos de coleccionistas de alto precio y la dominación del vinilo en el catálogo, la dirección del viaje es clara.»

«Si además cuentas los nuevos lanzamientos de artistas muy establecidos, estás buscando una parte muy significativa del mercado».

BMG ha sido durante mucho tiempo una compañía amistosa para artistas con catálogos de grandes ventas que desean seguir vendiendo álbumes contemporáneos. Es por eso que nunca ha tenido una división de «herencia», y en su lugar ha comprometido a su equipo de marketing prioritario a nuevos esfuerzos de los gustos de Blink-182, Rick Astley, Janet Jackson y próximamente, Blondie, A Perfect Circle, El Drive-In, Texas, Nickelback, Kylie Minogue y Avril Lavigne.

No creamos departamentos de «legado» porque vemos nuevas grabaciones de estos artistas como simplemente una progresión natural de una carrera».

«Para nosotros, es una cuestión de respeto combinada con la evaluación comercial», dice Masuch. «Por supuesto, el álbum 35º podría no ser tan popular como el clásico segundo álbum. Pero es una discusión realista por lo menos reconocer que ambos vienen del mismo creador».

«Un ejemplo: según los últimos resultados financieros de Vivendi, The Rolling Stones se encontraba entre los cinco mayores ingresos generados por Universal Music Group en el 2016, junto a Justin Bieber y Drake, a pesar de haber lanzado su último álbum, Blue & Lonesome, en Diciembre.”

Los comentarios de Masuch vienen después de la temporada de premios en el negocio de la música, donde los gustos de Los Grammys y Los Brits se centran casi exclusivamente en los logros de la música de primera línea, a pesar de que la mayoría de las ventas globales están vinculadas a grabaciones largamente establecidas.

Desde un punto de vista comercial simple, considera esto: En la lista de ingresos semanal (muy útil) Hits Daily Double, las 50 mejores pistas en el mercado de EE.UU. generan (a través de streams y descargas) alrededor de $3.5m cada siete días.

El enfoque corporativo en el nuevo talento de la industria musical es completamente desproporcionado a los resultados. Sería incomprensible en cualquier otra industria.»

Ahora, reflexiona sobre la cantidad de atención de la industria, la inversión y el enfoque de estas grabaciones que en la actualidad garantiza a los grandes sellos en particular.

La sorpresa: de acuerdo con las cifras de RIAA, el negocio de la música grabada en los Estados Unidos generó 2.400 millones de dólares en una base mayorista en la primera mitad del 2016, sin incluir los ingresos editoriales.

Extrapolados en el mismo período de tiempo, esas canciones semanales del top 50 habrían reclamado sólo 91 millones de dólares, o el 3,8% del total de ingresos del mercado.

«Si nos fijamos en la industria como un todo, el enfoque corporativo en el talento nuevo, sin probar, es completamente desproporcionado a los resultados», dice Masuch. «Por el contrario, la falta de respeto y esfuerzo puesto en los artistas que el público ya ha decidido amar, sería incomprensible en cualquier otra industria».

Masuch hace hincapié en que todavía cree que los nuevos artistas son una parte vital de la imagen y que pueden, con una razonable inversión en A&R, crear el catálogo duradero y lucrativo del futuro.

Nuestra razón para invertir en nuevos artistas no es para aumentar masivamente nuestra parte de mercado de la noche a la mañana, sino para crear carreras duraderas.»

Su pensamiento más amplio es acerca del desperdicio y si el culto de la fijación en la firma de nuevos artistas, cuando sólo una minoría alguna vez recupera sus acuerdos con los sellos, está maduro para el cambio.

«Trabajaremos siempre en nuevos artistas, pero con las expectativas correctas» dice Masuch. «No estamos dejando de crear un nuevo repertorio contemporáneo, pero creemos que trabajar con artistas establecidos basados en su catálogo, y no tratarlos como una prioridad más baja, es una necesidad absoluta también».

Fuente: mbw.com