Con la temporada festivalera asomando por la puerta, bandas y artistas se preparan para recoger la cosecha de bolos, chachés, giras intensas de veranos, fiestas de pueblos y festivales que darán como mínimo un empujón a tu carrera. Uno de los aspectos fundamentales son los ingresos, y unas de las fuentes de ingresos más interesantes que tienes al alcance de tu mano es el merchandising.
A continuación se plantean algunos de los aspectos fundamentales a tener en cuenta acerca del merchandising de tu proyecto musical.
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Aspectos que afectan a tus ingresos por merchandising
Cuando solicitas el primer pedido de ropa promocional, se deben tener en cuenta algunos puntos clave. Los factores más importantes que determinarán la dirección que llevarás en tu proyecto son el presupuesto y la demografía. Una vez hayas establecido cuál es tu dirección a seguir, podrás determinar si merece la pena gastar dinero extra en algunos retoques finales. Un buen modelo de negocio es mucho mejor que un diseño «espectacular», por lo que hay que tener en cuenta la rentabilidad del proyecto que se propone. Cuanto más dinero consigas con tu primer par de diseños, más colchón extra tendrás para probar con nuevas ideas sobre la marcha. No vendas la piel del oso antes de cazarlo.
Y recuerda, fundamental, a medida que tu carrera crezca, y esto sucede porque madura tu arte y consigues exponerlo antes más gente a la que (debe) gustarle (si no, no hay carrera), tus ingresos por merchandising crecerán.
Otro aspecto que influye es la amplitud de gamas. Debe de haber un equilibrio entre variedad (productos distintos, modelos, tallas, colores..) y rentabilidad. No tengas solo camiseta L de chicos. Tampoco que parezca el mercadillo de los miércoles de tu pueblo. Observa, decide, actúa, analiza, revisa…
Cantidades, precios, planchas…
Puedes aumentar tu margen de beneficios de varias maneras. El primer método es producir en grandes cantidades. Muchas imprentas ponen precios más altos a los pedidos en pequeñas cantidades. La segunda táctica con la que puedes conseguir un mayor rendimiento es haciendo gráficos sencillos. Hay veces que son más efectivos los diseños de uno o dos colores, hablando de gráficos, por lo que tampoco hay que pasarse las primeras veces.
El precio de las plantillas oscila en función del número de tintas. Estos costes se resumen casi siempre en un solo precio, puesto que las plantillas se guardan y se catalogan para usarlas en un futuro. Si tienes pensado volver a hacer un pedido de la plantilla en cuestión, sería lógico pedir una de cinco, seis, siete, ocho o nueve colores, pero tu margen de beneficios será menor que en tu primer pedido. Lo mismo ocurre en muchas imprentas. Si pides la parte frontal, la espalda, la manga izquierda y la manga derecha para imprimir todo en una misma camiseta, tendrás un producto muy vistoso, pero sopesa siempre las ventajas y los inconvenientes antes de realizar los pedidos.
Quién comprara te comprará qué
El segundo punto que debes considerar antes de empezar el proceso de diseño es analizar la demografía. Determina quién comprará tu producto y estudia cuáles son sus preferencias de estilo y sus hábitos de consumo. La demografía te dirá mucho acerca de la dirección en la que debes llevar tus planes de imprenta. Observando a tus seguidores o a los seguidores de bandas afines a la tuya (Consejo: Haz de coolhunter en un festival la música de tu estilo), podrás determinar el tipo de confección y material gráfico para decorar tu producto. Por ejemplo: si eres un grupo o un artista de metal, hardcore o grindcore, es obvio que debes proveerte de camisetas negras. Esto ha ser esencial en tu negocio. Podrás examinar las tendencias atendiendo a las revistas y medios online, blogs, etc. que se mueven en tu área de interés si aún no estas familiarizado con la vestimenta de algún grupo de personas.
Diseño de tu merchandising
Una vez tengas tu plan de negocio y una idea general de cómo quieres que sea la decoración de las camisetas u otras prendas, tendrás que diseñar los gráficos. Para evitar muchos dolores de cabeza y perder tu valioso tiempo dándole vueltas al asunto, diseña el archivo siguiendo las normas de preparación adecuadas desde el principio. Si no tienes acceso a las herramientas idóneas, un buen programa de diseño gráfico por ejemplo, que te recomiende el tipógrafo, encuentra un diseñador que lo haga. Cuando estés buscando a un diseñador gráfico, asegúrate de pedir presupuestos en varios sitios y a gente que sea receptiva a tu propuesta. Encontrarás tarifas de diseño más razonables si vas por las tiendas comparando precios.
Si diseñas tú mismo los archivos, primero pídele al tipógrafo las plantillas o las medidas disponibles en la imprenta. Una vez hayas determinado cómo de «grande» vas a crear tus archivos, y qué dimensiones pondrán restricciones a los gráficos, asegúrate de crearlas a una resolución adecuada. Casi siempre será «a tamaño real», es decir, 300 ppp, si eliges diseñar tu archivo en píxeles o programas de diseño gráfico que se basan en ráster, como Adobe PhotoShop. Siempre puedes crear tus gráficos «demasiado grandes» y luego reducirlos de tamaño. Sin embargo, no puedes crearlos demasiado pequeños con una resolución muy baja. Sino, te pedirán que los vuelvas a hacer desde el principio, por lo que ten cuidado.
Pregunta al tipógrafo si prefiere que hagas tú mismo las separaciones, o que se lo envíes en archivos «planchados». Esto quiere decir que todas las capas se condensen en una sola imagen plana. Si quieres ir sobre seguro, pídele al diseñador que haga el material gráfico en un programa de vectores como Adobe Illustrator. El material gráfico en vectores se guarda de forma que puedes redimensionarlo sin poner en peligro la calidad de impresión de la imagen. Lo último que se debe tener en cuenta antes de empezar es el modo de color más apropiado para tu proyecto. Para la impresión en ropa se usa normalmente el RVA.
Cuando hayas acabado con éxito tu primer trabajo impreso, podrás experimentar con técnicas más avanzadas como tintas o láminas metálicas, tinta puff o bordados. Una vez hayas establecido un seguimiento, podrás considerar otros elementos adicionales que den la sensación de ofrecer un producto más profesional, como etiquetas para ropa, reetiquetado, o bolsas protectoras.
Si tienes alguna pregunta acerca de cuáles son las opciones más adecuadas, consúltalo siempre con un representante de ventas. Serán atentos con tu proyecto y te ayudarán a sopesar tus opciones desde un punto de vista que quizá tú no tendrías en cuenta.
Espero que te haya sido de utilidad este post. Ahora a por tu merchan y a comerte la gira de esta primavera-verano 🙂