Las compañías de audio lanzan millones de dispositivos cada semana. Por cada artilugio, pieza o aparatito de equipo que un estudio no puede dejar de usar, hay otro estudio que nunca ha escuchado hablar de ello. Pero hay ciertas cosas que todos necesitan antes de empezar una sesión, algunas no parecerían necesarias. Aquí hay siete piezas críticas que un estudio siempre debe tener.
1. Un hermoso par de monitores
Una EAD (Estación de trabajo de audio digital) para tu estudio casero puede ser un asunto de gusto. ¿Cuál interfaz te gusta más? ¿Cómo te gusta que se vea tu escritorio cuando estas mezclando? Los ceros son ceros y los unos son unos, así que no hay diferencia alguna en la calidad de grabación entre un EAD y otro. Sin embargo, lo mismo no se puede decir sobre los monitores de estudio. Uno no debe ser tacaño a la hora de comprar los monitores de estudio. Lee reseñas. Si puedes, mira cómo funcionan en el estudio de alguien más. Estos altavoces son la interfaz entre el mundo digital y tus oídos, así a menos que quieras usar auriculares hasta que se te aplane la cara, consigue un buen par de monitores de estudio.
2. Cables nuevos
¿Cuantas veces has oído un sonido feo en el estudio y has descubierto que solo era un cable en malas condiciones? ¿Y qué tal cuando no conseguías sonido de ese micrófono tan costoso? Empiezas a entrar en pánico y luego te das cuenta de que sólo era el cable. Los cables malos se ven bien, por lo que se tienden a tirar en una caja con los buenos para volverlos a soldar “otro día”. Cuando hay más cables que reparar que los que se pueden usar, tienes un problema. El noventa por ciento de las veces, parece que esos cables son la fuente de un problema en el estudio. Compra un par de cables nuevos (cables de guitarra y cables balanceados para el micrófono) para estos momentos.
3. Aire comprimido
Si los cables malos crean la mayoría de nuestros problemas, el polvo, astillas y otros tipos de restos sucios parecen causar el resto. Casi todo lo que usamos, desde amplificadores de bajo y guitarra hasta pedales, tienen un montón de «esto» sea lo que sea, ya sabes a que nos referimos. Tampoco es necesario estar limpiándolo constantemente. Todo nuestro equipo pasa su tiempo en sótanos, garajes, maleteros, locales de ensayo o lugares en donde la gente tiene bebidas en las manos y se están cayendo al piso todo el tiempo, astillas de las baquetas, polvo… Algo tan sencillo como sóplar con un poco de aire comprimido, mejorará tu señal para volver al trabajo.
4. Una silla silenciosa
Los sonidos de la púa, alguien respirando, o un músico que grita porque se lo está pasando de lo mejor tocando música. Estos son los “buenos efectos”, sonidos externos que usualmente terminan en las grabaciones porque añaden una pizca de realismo y no distraen. Malos efectos pueden incluir el perro del vecino ladrando, la alarma de un teléfono, o la temida silla rechinante. Una banqueta de batería que cruje, o una silla rechinante en tu cuarto de control son dos cosas que nunca deben estar en tu estudio. Consigue unas sillas silenciosas, o estos ruidos van a arruinar lo que podría ser una toma perfecta.
5. Percusión incidental
La producción en estudio a menudo revela algunos momentos en donde a la canción le falta algo. Incluso si estás tocando la canción en vivo y suena increíble, podrás encontrar que necesita algo más en el estudio. Antes de contratar a un acordeonista para una sesión, intenta hacer un poco de percusión incidental: cencerro, bloque de madera con papel de lija, incluso una lata de gaseosa llenada hasta la mitad con arroz seco. La percusión extra es barata, fácil de tocar, y le puede encantar a toda la banda. A veces esto puede llevar a toda la banda a tocar alrededor de la percusión. Otras veces, simplemente añade la pista faltante para completar una canción. De cualquier modo, debes tener un cajón con juguetes de percusión a la mano.
6. Clips de micrófono extras
¿Sabes que se rompen con mucha frecuencia en los estudios? Después de todo, son baratos y de plástico, y la gente siempre está tratando de forzar micrófonos de diámetros más grandes en sujetadores de tamaño regular. A veces las cosas no se doblan, se rompen. Ponerle cinta adhesiva a un micrófono en el soporte no es muy profesional y puede afectar tu calidad de sonido, así que ten un clip / sujetador extra o dos en el estudio.
7. Comida
Cuando todo el equipo funciona sin problemas, todo está afinado y los músicos están llegando a algo, ¿Qué podría pararlos? El hambre. Grabar es un trabajo que da hambre y sed, y los músicos tienen la tendencia de levantarse de la cama y olvidarse del desayuno. La última cosa que quieres es que tus músicos y los ingenieros se vayan a tres lugares diferentes para buscar sus puestos de comida favoritos cuando todo iba tan bien. Estás perdiendo tiempo esencial en medio de tu sesión. Cuando la gente se vaya, volverlos a reunir puede tomar horas. Como el líder del proyecto o dueño del estudio, es una buena idea encargar comida antes de empezar o traerla a la sesión al comenzar. También, alimentar a las personas esparce amor y sólo puede mejorar el flow de la sesión, ayudándote a crear una grabación que suena y se siente bien.
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